La presencia de grupos de ultraderecha y de la manifestación antifascista en respuesta cada 2 de enero en la Plaza del Carmen podría ser fácilmente incorporada al estricto ceremonial del Día de la Toma, ya que cumple con la cita mejor que algunos aspectos del protocolo. Este año, sin ir más lejos, faltó la homilía del arzobispo, monseñor Javier Martínez, tradicionalmente polémica, ya que este no celebró la misa solemne, y no asistió por primera vez el grupo municipal socialista en bloque, al igual que el de IU, que, este sí, no ha acudido nunca a la cita.
Alrededor de 50 militantes de distintas formaciones de extrema derecha, como el partido ultra Democracia Nacional o Falange Española, enfrentaron sus gritos a los alrededor de 120 representantes de movimientos sociales y de izquierdas convocados por la Coordinadora Antifascista de Granada, entre ellos las juventudes del PA -Jaleo-, el Sindicato Andaluz de Trabajadores (SAT) o la Coordinadora Sindical Estudiantil. Los primeros saludaron la llegada de la representación del Mando de Adiestramiento y Doctrina (Madoc) del Ejercito de Tierra brazo en alto, y los segundos al alcalde con silbidos e insultos.
Aunque el despliegue policial, casi más numeroso que los manifestantes de extrema derecha, impidió que ambas concentraciones se enfrentasen, arrinconándolas en diferentes extremos de la Plaza del Carmen, sí es cierto que gran parte del público ‘neutral’ -alrededor de 500 personas repartidas por los huecos que dejaban las vallas- exigió silencio a la manifestación de izquierdas en determinados momentos de la ceremonia.
Este año, el turno de abanderado correspondió a Juan Francisco Gutiérrez, concejal de Juventud, y la función de tremolar el pendón en la Capilla Real, ante la tumba de Isabel y Fernando, a Eduardo Caracuel, concejal de Relaciones Institucionales y Patrimonio, el primero como representante de los ediles más jóvenes -de hecho, el más joven del equipo de Gobierno- y el segundo de los veterano. A Gutiérrez le correspondió el saludo a la Plaza, recibir el ‘¡Qué!’ de los granadinos y pedir los vivas para la ciudad, Andalucía, España y el rey Juan Carlos.
En paralelo, en la sede de la Fundación Euroárabe, en la calle San Jerónimo, Granada Abierta celebraba su tradicional acto alternativo, en el que un año más pedía que la fiesta local se traslade al 26 de mayo, Día de Mariana Pineda. El ex Defensor del Pueblo Andaluz y actual presidente de la Asociación Voluntarios por Otro Mundo, José Chamizo, impartió una conferencia en la que expresó su preocupación por el incremento de la xenofobia en la Unión Europea y advirtió al Ayuntamiento de Granada de cómo «la extrema derecha ha convertido La Toma en un acto propio».

Grupos independentistas andaluces y contrarios a la Celebración del Día de la Toma. Foto: GranadaiMedia
Chamizo pidió un acto «desmilitarizado y en el que el aspecto religioso sea más ecuménico, con participación de otras confesiones». Asimismo, señaló que «el diálogo intercultural es imposible si una cultura parte de una posición en la que se cree superior». Añadió que aunque él «no llamaría genocidio» a la expulsión de judíos y moriscos, por ser «una palabra demasiado fuerte que no tiene comparación con otras situaciones», sí que se deben «señalar los errores de los Reyes Católicos, que los hubo, y no sólo sus logros».
Tanto el alcalde, José Torres Hurtado, como el concejal de Cultura, Juan García Montero, fueron preguntados por la prensa respecto de estas declaraciones. El regidor opinó que La Toma se celebra «pacíficamente y con tolerancia» y que no se puede «borrar la Historia, sino hacer un buen uso de ella», entendiendo que los grupúsculos de extrema derecha acuden «en respuesta a otras manifestaciones que hasta hace poco nunca se habían dado».
Por su parte, García Montero opinó que «sólo se puede decir que se trata de una fiesta xenófoba o intolerante cuando no se conoce Granada» y que se trata «de una fiesta abierta, pacífica y familiar, a la que yo mismo, que tengo 44 años, llevo acudiendo desde niño en compañía de mis padres». Lo que consideró una muestra de «buscar la confrontación» y de «intolerancia» fue la ausencia de PSOE e IU de la celebración.
De hecho, tampoco acudieron representantes de la Junta de Andalucía, que si han comparecido en otras ediciones, y por el grupo municipal del PSOE, ni siquiera una representación mínima en la persona del portavoz Francisco Cuenca, en contraste también con ediciones anteriores o las mismas etapas socialistas en el gobierno de la ciudad. De la oposición sólo estuvo presente la edil de UPyD, Maite Olalla, aunque se incorporó en la Catedral, tras la misa. Si acudieron el subdelegado del Gobierno, Santiago Pérez, y el teniente general del Madoc, Alfredo Ramírez Fernández.
Los actos terminaron sin mayores incidentes que las invitaciones de los extremistas de derecha a lavarse a los antifascistas y las de estos de vueltas retando a los anteriores a que consigan sacarse el titulo de la ESO. Actualmente el Ayuntamiento de Granada y el PP han llevado ante las Cortes generales la propuesta de protección de la fiesta como Bien de Interés Cultural (BIC), que ya fue rechazada por el Parlamento andaluz con los votos de PSOE e IU. Contra esta medida, el portavoz de Granada Abierta, Francisco Vigueras, ya ha advertido que se movilizará su Plataforma por considerarlo «un anacronismo propio de otros tiempos».
(02/01/2014)
Si no recuerdo mal, el grupo socialista tampoco asistió el año pasado.
Ciudadano
Puntualizar que la convocatoria en protesta por la «celebración» de la Toma de Granada era de la Plataforma contra el 2 de enero en la que se integran Jaleo!!! (que no son las juventudes del PA sino una organización juvenil independiente e independentista), CJC, la Coordinadora Antifascista de Granada, Sindicato Andaluz de Trabajadores/as, Nación Andaluza e individuos a título personal.
Demócrata andaluz
[…] ya seis días de la última Toma de Granada, y faltan solamente trescientos cincuenta y nueve para la próxima. Si la Toma fuera cosa de la […]
El carro de heno » La Toma de Granada: Tomas falsas