
Charla del profesor Fernando García Quero en el IES Severo Ochoa
El instituto Severo Ochoa de la Chana acogió ayer una charla del profesor del departamento de Economía Aplicada de la UGR Fernando García Quero sobre ‘La crisis económica y los derechos humanos’ centrada en el caso español.
Aunque el calor de la tarde y la época de exámenes no motivaron una afluencia masiva, los asistentes (padres, alumnos, profesores…) disfrutaron de una conferencia didáctica que consiguió desmenuzar los orígenes de la situación económica que atraviesa el país desde un punto de vista histórico, económico, político y social, y que, a pesar de sus tres horas de duración, resulto muy participativa y enriquecedora.
Fue precisamente la necesidad de relacionar la economía con otras disciplinas el punto de arranque de la charla, que constituyó, asimismo, un resumen de la evolución de las teorías y políticas económicas desde 1945 hasta la actualidad. Desde la economía keynesiana de intervencionismo hasta el nacimiento del llamado neoliberalismo y la radicalización de la economía neoclásica, García Quero ofreció algunas claves para comprender cómo hemos llegado a la situación actual.
¿Qué ha pasado con los bancos?
Tras el ‘crack del 29‘, se impuso la teoría de Keynes, que defendía la necesidad de intervención del Estado en la economía y limitaba la función de los bancos al préstamo y la inversión, sin posibilidades de especulación en otros mercados. Entre los 50 y los 70 se impulsaron los ‘estados de bienestar’ y tuvo lugar la llamada ‘Edad de oro del capitalismo’.
A partir de los 70 se produjeron cambios importantes en la orientación económica de Estados Unidos y los países europeos. Llegó la despolitización de la moneda, el mercado fue ganando soberanía mientras los estados se mantenían al margen. Fue el tiempo de las liberalizaciones.
En los 80 se abolió la Ley de Inversiones de Riesgo y los bancos ganaron libertad para especular con el dinero. El coeficiente de caja de las entidades bancarias, que obligaba a los bancos a ‘guardar’ un 30% del dinero que ingresaban, se reduce a un 2% aproximadamente, bajo la premisa de que si el dinero fluye se genera más riqueza.
Se crean incentivos para la especulación, se reducen los impuestos de la moneda y el estado deja en manos de la Unión Europea las pocas herramientas de control con que contaba para regular su economía. La política monetaria, los tipos de interés… pasan a depender de Europa, que aplica las mismas medidas a todos los países sin considerar sus diferencias.
El Banco Central Europeo vende a los bancos el dinero a intereses muy bajos, y los bancos conceden préstamos a intereses muy altos… Lo financiero se separa de lo político y todos los organismos internacionales (OMC, FMI, BM, UE, BCE…) asumen este modelo que desemboca en la creación de una «espiral creciente de economía irreal, ficticia y sin control».
El resultado, de 1973 a 2007, es la sucesión de crisis financieras en México, EE UU, Chile, Corea, Indonesia, Brasil, Rusia, Japón, Argentina y los países europeos…
Los bancos comienzan a rebajar las condiciones para conceder préstamos e hipotecas. Lo ciudadanos ya no tienen que demostrar solvencia para acceder a créditos y las Agencias de Calificación, encargadas de auditar, desde una supuesta independencia, el estado de la deuda y el riesgo de los acreedores, se limitan a dictaminar siempre con la máxima puntuación. Hasta que la burbuja explota.
«Ha habido muchas oportunidades de intervenir, pero no se ha hecho nada», asegura el profesor de la UGR. La situación actual es una crisis económica sin precedentes desde 1929, con todos los indicadores (el empleo, la deuda, el PIB…) hundidos. Es lo que se denomina una crisis ‘en L’, que registra una caída y se mantiene en el fondo…
Los recortes y la progresiva desaparición del Estado de Bienestar en aras de la recuperación económica vuelven a plantearse como solución a una situación que tiene en su origen, precisamente, la hegemonía de lo privado sobre lo público. ¿Lo estamos haciendo bien?
Si Keynes levantara la cabeza…
(10-5-2012)
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