
Banderas confeccionadas por los vecinos del Zaidín para adornas las fiestas de 2012, ante la falta de recursos.
Fruto de la casualidad, esta edición de las fiestas populares del Zaidín, la 38 organizada por la asociación de vecinos Zaidín Vergeles, coincide en el tiempo con los primeros festejos celebrados en el barrio, hace 59 años esta semana. Ya en aquella primigenia edición comenzó a forjarse el carácter reivindicativo y participativo del ‘Corpus chico’ con versión propia de las carocas para denunciar la situación del recién nacido barrio. Poco tenía que ver, sin embargo, el programa de entonces, vinculado a la religión y la patrona del barrio, Santa Adela, con el de ahora. Sin embargo, los vecinos demostraron grandes dosis de ingenio para organizar sin apenas presupuesto, cosa que no ha cambiado, aquel encuentro un año después del nacimiento del barrio, en el 53.
Lo relata Isidro Olgoso, historiador del barrio fallecido hace un año, en su obra ‘Entre dos Ríos’, donde rescata curiosas anécdotas sobre las primeras fiestas del Zaidín, celebradas del 8 al 11 de septiembre del 54. Aquel año causó furor popular un concurso de feos del barrio, hasta el punto que se transformó en una de las citas más esperadas posteriormente. Además tuvo lugar una subasta de objetos y juguetes que, al parecer, originó un «pique» entre el gobernador civil y el alcalde. Su puja reportó «jugosos ingresos» con los que los vecinos «pudieron sufragar parte de los gastos» de la feria, cuenta Isidro.
Tal fue el éxito del encuentro -agrega- que, ya en el año 55, las crónicas de la época se hacían eco de su ingente cantidad de público: «las fiestas del Zaidín atrajeron más gente que las de ningún otro barrio granadino. Unas 30.000 personas se trasladaron desde la capital para presenciarlas. Tal cálculo está realizado sobre los viajes de autobús, taxis, coches, bicicletas y peatones que durante todo el día llenaron el estrecho camino de Dílar».
La amplia cobertura informativa de las dos primeras ediciones «contrasta» con el «silencio informativo» posterior, coincidiendo con la marcha a Burgos del Gobernador civil, Servando Fernández Vitorio. Su traslado dejaba sin su padrinazgo el Zaidín [cuyo patronato bautizó con el nombre de su madre, Adela] y, por lo mismo, «sin la protección de los medios a los que tan bien controlaba», detalla Isidro en su obra.
En la década de los 60, un recién llegado al Zaidín -hoy «uno de los personajes más populares de su historia»- se hizo cargo de la organización de las fiestas: José García Cortés, conocido como ‘el García del Zaidín’. De este vecino partió la idea de celebrar una romería a los campos de Armilla con visita al asilo para llevar regalos a sus residentes, actividad de gran éxito. Con el tiempo llegarían las primeras casetas de baile al barrio, de la mano de «otra de las figuras entrañables de sus primigenias fiestas: Vicente Aguilera, ‘el carbonero de la calle Agentina'» -y padre del concejal de Participación Ciudadana, de nombre homónimo- un «romántico empresario que casi siempre perdía dinero» con su montaje, resalta Isidro.
Pero las fiestas zaidineras también tuvieron capítulos negros, como las «famosas peleas en las verbenas de los 70», la década «del dicho ‘Zaidín, ciudad sin ley’, cuando el producto más genuino y exportable era el ‘choriso zaidinero'», bromea el historiador. Ya durante la transición, la asociación de vecinos decide hacerse cargo de su celebración, «desterrando el modelo de fiestas en honor a la patrona» e introduciendo «un contenido andalucista y reivindicativo», lo que supuso un impulso de la cultura popular con «flamenco, teatro, pasacalles…»
El carácter combativo sigue siendo seña de identidad de esta celebración, con numerosas actividades «para todos los públicos» y «novedades» que el presidente de la asociación de vecinos, Antonio Ruiz, invita a descubrir. Esta edición se homenajeará, además, a Isidro, cuyo legado también forma parte de la historia del barrio que tanto disfrutaba escribiendo. No en vano, a él se debe el principal reclamo de las fiestas en la actualidad: el Zaidín Rock. Su fundación merece, sin embargo, capítulo aparte.
(09/09/2014)