
Maribel Moreno, en el portal de su casa de la Chana
Maribel Moreno es vecina de la Chana y está a la espera de que un secretario judicial se persone en su domicilio para notificarle el desahucio. Después del suicidio de un vecino que iba a ser desalojado de su vivienda y tras las movilizaciones llevadas a cabo en el barrio, ha querido hacer púbico su caso en busca de ayuda desesperada.
Maribel firmó en 2004, junto a la que entonces era su pareja, la hipoteca de su vivienda por 25 años. Según explica, resultaba difícil pagar con puntualidad y siempre llevaban retrasos que se traducían en intereses. Ante esta situación, el banco les propuso una ampliación de hipoteca por otros 25 años con el fin de reducir la cuota y poder hacer frente a los recibos, una propuesta que Maribel y su expareja aceptaron pero que no resultó ser la solución a sus problemas, según asegura.
En 2008 Maribel Moreno se separó y lleva cerca de dos años sin pagar el préstamo hipotecario. «No he tenido trabajo, he sufrido depresión y ansiedad y justo cuando me salió un empleo me lesioné y no pude incorporarme», explica. El banco ya le notificó hace aproximadamente un año que si no liquidaba la deuda su vivienda pasaría a ser subastada, señala Maribel, y desde entonces está a al espera de que «un día de estos» la echen de su casa.
«En el banco me dijeron que lo siguiente sería la visita de un secretario judicial que me notificaría el desahucio y que, después de esto, tendría un plazo de un mes para abandonar mi casa», señala. Ante esta situación, esta vecina de la Chana, sin familia en la que apoyarse y con unos ingresos mensuales de 426 euros de la Renta Activa de Inserción (RAI), confiesa que su única esperanza es «no tener que arrastrar la deuda hipotecaria» después de perder su casa.
Por lo pronto, ha puesto su caso en conocimiento del Grupo Stop Desahucios y confía en que, con su ayuda, una vez que conozcan todos los detalles de su caso, el desenlace de su historia sea menos dramático.
(30-10-2012)
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