Por primera vez en 13 años, el alcalde de Granada y su comitiva de concejales visitaron Albayda en compañía de la asociación de vecinos del barrio. Fue un modo de escenificar la paz conseguida la tarde anterior, gracias a un acuerdo que pone fin al conflicto por la ordenanza de los vados, la última de las «batallas» vecinales.
De la mano de la presidenta del colectivo, María del Carmen Muñoz, y arropados por un grupo de vecinos incluidos representantes de la Plataforma ciudadana Consenso Cívico, Torres Hurtado y el resto de concejales (Mantenimiento, Participación Ciudadana, Movilidad, Bienestar Social, Empleo y Juventud) recorrieron las calles del barrio y fueron tomando nota de las reivindicaciones vecinales. Pero antes de iniciar la visita, el alcalde recibió como obsequio un libro con la historia del barrio, elaborada por uno de sus vecinos, José Fernández.
Uno de los grandes proyectos para Albayda, una de las zonas de expansión de la ciudad, es un parque previsto en uno de los solares degradados del barrio. El director técnico de Obras del Ayuntamiento de Granada, Manuel Lorente, mostró el plano del proyecto, «para cuando haya dinero», matizó el alcalde para evitar generar falsas expectativas entre los vecinos.
Tampoco tendrá inmediato remedio la petición de colocar algún banco y alguna papelera en la avenida Luis Miranda Dávalos, desprovista de estos elementos de mobiliario urbano. «Esto es como pretender llenar siete vasos con una jarra que da para tres», argumentaba uno de los técnicos que acompañó al concejal de Mantenimiento, Juan Antonio Mérida, que fue el que más deberes se llevó a la Plaza del Carmen.
En cambio otras peticiones vecinales tendrán, tal vez, más rápida solución, como el vertedero improvisado entre una caseta de electricidad y el nuevo centro de salud (pendiente de inaugurar), o el vallado del solar que dejó libre y en muy mal estado el derribo de un supermercado junto a la Casería de la Trinidad; también la plaga de ratas en este entorno o el asunto de los árboles que al crecer están levantando el acerado con la fuerza de las raíces.
Pero aunque los vecinos tenían una larga lista de demandas, el tono del encuentro rezumaba cordialidad: como cuando te llega una visita por primera vez a casa. «Trece años llevábamos esperándola», comentó a GranadaiMedia la presidenta de la asociación de vecinos, una de las pocas no reconocidas por el gobierno municipal. Quizá lo de hoy fue el primer paso.
(26-02-2013)
Es una visita merecida y esperada desde hace mucho tiempo. A la vista de las reacciones en las redes sociales, imagino,la noticia habrá caído como un jarro de agua fría en algunas asociaciones reconocidas. Pero el buen trabajo merece ser reconocido también.
José