
Los jóvenes fueron sorprendidos cuando pintaban sobre la lamina de metal.
Torrija, además de un dulce típico de la Cueresma y la Semana Santa, viene a ser un síntoma de atontamiento cuando se lleva encima, como es el caso de los tres detenidos la noche del lunes por hacer grafitis en el entorno del Palacio de Dar-al Horra, en concreto en la chapa que por segunda vez se ha colocado sobre uno de los muros de ladrillo que en su día derribaron desconocidos para acceder a Puerta Monaita y al entorno de la muralla zirí del siglo XI.
Los jóvenes, de 19 y 20 años, dejaron su firma -Torrija lo hace con una de las erres invertidas y sus compinches con garabatos indescifrables- sobre la lamina de hierro que tapona el muro, antes de ser interceptados por la Policía, aunque un cuarto individuo logró huir.
En realidad, la muralla zirí del siglo XI, a la que sólo se puede acceder si se salta el muro, no se ha visto afectada por lo grafitis, como han dado a entender fuentes de la Policía Local para subrayar la importancia de la operación.
El arresto se produjo después de que una de las cámaras de seguridad instalada en el centro de servicios sociales del Callejón del Gallo captara la imagen de cuatro individuos que se adentraban por el callejón de las Monjas y que infundieron sospechas a los agentes. Los jóvenes fueron sorprendidos mientras realizaban garabatos sobre la chapa de metal. Según fuentes de la Policía Local, uno de ellos opuso resistencia e incluso trató de agredir a uno de los agentes, momento que aprovecharon sus compañeros para huir, si bien dos de ellos fueron luego interceptados.
A los tres, que responden a las iniciales J.A.C.G., de 19 años, y D.A.S. y A.E.V.P. de 20 años, se les imputa daños en el entorno de un Bien de Interés Cultural y resistencia a la autoridad. Falta ahora comprobar si el trazo de sus escrituras aparece en alguno de los muchos bienes protegidos del Albaicín. De ser así, se les podría imputar un delito por daños contra el patrimonio que conlleva incluso penas de prisión.
La zona donde se produjeron los hechos sufre desde hace años el problema del vandalismo. Hace uno meses se eliminaron las pintadas sobre la fachada del Palacio de Dar al-Horra, pero aún es visible la huella de los grafiteros en Puerta Monaita y en algunos tramos de la muralla zirí. Los vecinos y la Asociación de Artesanos del Callejón del Gallo vienen denunciando en los últimos meses el estado del muro por donde se accede al interior del recinto amurallado.
En varias ocasiones se ha pedido al Ayuntamiento de Granada que arregle la pared donde se ha colocado la lámina de hierro por considerar que es una solución «endeble». De hecho, la chapa fue arrancada hace unos meses. La última solicitud la hizo en mayo el colectivo de artesanos ante la posibilidad de que se produzca un accidente.
La respuesta del gobierno municipal ha sido la de informar de que el área de Urbanismo «está pendiente de elaborar un proyecto». Un proyecto para colocar cuatro ladrillos, uno encima del otro.
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(4-7-2012)
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