Josefa Torres Rodríguez, conocida en el Albaicín como ‘Pepa’, vive angustiada ante la posibilidad de que sea expulsada de la casa donde lleva viviendo en régimen de alquiler desde hace 48 años. La propietaria ha vendido la vivienda y el nuevo dueño quiere que los dos inquilinos abandonen la vivienda. «¿Dónde voy yo con una pensión de viudedad de 395 euros?», dice.
Desde hace más de cinco años se mantiene cerrado el aparcamiento para residentes que la Junta de Andalucía, a través de EPSA, construyó en el Zenete. El colectivo vecinal, harto de excusas, reclama una vez más su apertura y plantea que, en lugar de construir encima viviendas sociales de alquiler, rehabilite las casas de los residentes en mal estado.
Diez años después de que se iniciará la obra para recuperar la ladera del Zenete, los vecinos del bajo Albaicín siguen sin aparcamiento pese a que fue lo único que se terminó hace seis años. El Ayuntamiento asegura que la Junta de Andalucía, promotora de la obra, ni siquiera ha pedido licencia de apertura. De las viviendas sociales y el centro cívico, nada se sabe. El proyecto duerme el sueño de los justos.
El Ayuntamiento y la Junta de Andalucía discrepan de nuevo sobre cómo remodelar las calles. El alcalde José Torres Hurtado, ha denunciado hoy que Cultura le paraliza una obra en el carril de San Cecilio porque no respeta el empedrado original. Sin embargo, la Consejería de Igualdad ve bien la actuación de colocar losetas para mejorar la accesibilidad, según el alcalde.
La aprobación en el pleno municipal del Ayuntamiento de Granada del informe jurídico sobre la titularidad de las cuevas del Cerro de San Miguel abre la puerta al desalojo de varios de sus moradores.
Un grupo de unas 200 personas se han concentrado este miércoles en la Casa del Aire, situada en el número 7 de la calle Zenete del Albaicín, para evitar que su penúltima inquilina, Clara Martínez, fuera deshauciada.
Un colectivo ciudadano contrario a la especulación urbanística trata de impedir que desalojen a una vecina de la Casa del Aire, en el Albaicín. La inmobiliaria se aferra a la resolución judicial para echar a la inquilina.
